Al plantearnos el mantenimiento y la limpieza de nuestro hogar no debemos olvidarnos de lo que no se ve: la purificación del aire es esencial para evitar, entre otros problemas, enfermedades respiratorias y alergias. Aunque solemos asociar contaminación con espacios exteriores, lo cierto es que el aire de nuestra casa puede llegar a estar hasta 5 veces más contaminado que el exterior. No basta con una limpieza a fondo de nuestro hogar; es necesario centrarnos específicamente en el aire y seguir unas pequeñas pautas para conseguir un ambiente sano y no contaminado. ¿Quieres saber cómo?
¿Qué agentes contaminantes encontramos en casa?
Hay dos tipos principales de contaminación del aire en nuestros hogares e interiores. Las partículas volátiles que se muestran en forma de polen, polvo, pelos y caspa de animales; los agentes biológicos como el moho, los ácaros o las bacterias; y los gases contaminantes como el hidroclorofluorocarbono que podemos encontrar en aerosoles como el desodorante o productos de limpieza.
¿Qué causa estos agentes contaminantes?
Muchas veces los productos que utilizamos para “limpiar” el ambiente son precisamente los que empobrecen la calidad del aire en nuestros hogares. Es importante que estés informado sobre los principales focos de contaminación en casas:
- Sofás, mantas, cortinas y alfombras: este tipo de textiles son auténticos hervideros de bacterias. Cuando los movemos, estos desprenden partículas al aire de nuestro hogar que pueden causar alergias e irritaciones en nuestras fosas nasales y ojos. En la medida de lo posible, debemos evitar su uso. Además, es importante evitar la compra de muebles y textiles durante el invierno, ya que pueden desprender acetonas y otros componentes tóxicos que se deben ventilar más a menudo. Si vamos a comprar sábanas, colchas y otra ropa de cama, debemos asegurarnos que son a prueba de ácaros e intentar comprar siempre fibras naturales. Mantenimiento de nuestros textiles: Lava tu ropa de cama y mantas una vez por semana con agua muy caliente. Las alfombras deben aspirarse con filtro para partículas pequeñas una vez por semana, al igual que la zona del suelo donde esté apoyada, que deberá limpiarse con productos ecológicos sin tóxicos.
- Ambientadores: los ambientadores contienen agentes tóxicos y sintéticos que respiramos y que pueden causarnos problemas respiratorios serios a largo plazo: asma, irritación de mucosas, alergias… Es incluso peor cuando utilizamos esta serie de productos en zonas pequeñas como el baño, así que lo mejor es evitar los malos olores con una buena ventilación y alejarnos de estos productos. Esta máxima también se aplica a las velas aromáticas que en su mayoría incluyen muchísimos tóxicos.
- Productos de limpieza: La National Oceanic and Atmospheric Administration ha publicado una nueva evaluación que muestra que las lociones, pinturas y otros productos causan tanta contaminación atmosférica como el sector del transporte. Esto quiere decir que estamos albergando en nuestra casa tantos químicos como los liberados por un coche. La mayoría de estos contaminadores y compuestos volátiles se encuentran en los productos de limpieza. Por esto, es muy importante que utilices productos orgánicos en la medida de lo posible. Productos a evitar: Limpiadores WC (se ha demostrado que son muy poco eficaces y contienen muchísimos ácidos), limpiahornos (contienen sosa cáustica, por lo que son muy tóxicos y peligrosos), desatascadores químicos (lo mejor es la prevención o utilizar aire comprimido o alambres cuando ya se ha producido el problema), desinfectantes (causan una falsa sensación de limpieza y no son nada eficaces).
- Animales: ya sean de pluma o de pelo, desprender partículas volátiles, especialmente caspa, que pueden empeorar la calidad del aire en nuestra casa.
¿Qué podemos hacer para limpiar y purificar el aire?
- Ventilación: lo más importante a la hora de mantener un aire limpio en tu hogar es realizar una ventilación adecuada. Para ello, las excusas son con lo primero que tenemos que acabar: la ventilación se debe realizar haga frío o calor, aunque hay que evitarla si llueve o nieva, ya que puede causar la aparición de humedad. También has de saber que existen horas mejores que otras para ventilar nuestras estancias: los picos de contaminación en ciudades aumentan a lo largo de la mañana y la noche. Lo mejor es realizar la ventilación durante media hora a primera hora de la mañana en nuestro dormitorio y durante 10 minutos en el resto de la casa.
- Purificadores del aire: los purificadores del aire son la mejor forma de eliminar restos contaminantes de nuestras estancias. Si sientes que tu casa es muy seca, lo que puede dar lugar a un aumento de agentes como el polvo, o demasiado húmeda, que puede provocar moho, es importante que equilibres los niveles con un humificador o deshumificador. El nivel de humedad debe estar entre el 35 y el 50%. También es importante que sepas que el aire acondicionado muchas veces provoca irregularidades en la humedad y, por lo tanto, es desaconsejable su uso. Si tienes uno es muy importante que mantengas una correcta limpieza y mantenimiento del mismo, ya que es una fuente de contaminación del aire.
- Plantas: es bien sabido que las plantas ayudan a limpiar el CO2 del planeta, pero es que además pueden ayudar a limpiar sustancias como el benceno, el amoníaco, el xileno, el tolueno y el tricloroetileno, entre otros, de nuestras casas. Hay algunas plantas más eficientes que otras en esta tarea: el potus, la flor de la paz, la palmera de bambú o el ficus nos ayudarán a respirar mejor en nuestras casas. No lo decimos nosotros, estas plantas las recomienda la NASA.
¿Qué te ha parecido nuestro blog de hoy? Esperamos que apliquéis estos consejos en casa, sobre todo si notáis picores en ojos y nariz o si vuestra alergia ha empeorado. ¡Seguro que sentís mucha mejora! Para el resto de limpiezas, no dudéis en consultarnos. ¡Estaremos encantados de ayudaros!